La Universidad Católica Lumen Gentium es una institución educativa de carácter civil privado, especializada en educación media superior y superior que desempeña sus funciones académicas imbuida del espíritu humanista-católico, el cual tiene como centro a la persona en todas sus dimensiones y en su apertura a toda la realidad, con el fin de lograr una excelente formación integral en estudiantes y maestros. Asimismo colabora intensamente en el desarrollo socio-cultural del país, manteniéndose además en diálogo con la cultura mundial e interactuando con la comunidad educativa internacional.
Reseña Histórica
En 1537, Fray Juan de Zumárraga, primer Obispo de México, inició los trámites ante la Corona española para fundar la Real Universidad de la Nueva España. Esta iniciativa lo convirtió en el precursor de la enseñanza universitaria en México con una línea particular: llevar la fe católica a los niveles intelectuales superiores, teniéndose una difusión cultural más elevada.
Se oficializó la creación de esta Universidad con la orden de fundación expedida por Felipe II el 30 de abril de 1547, confirmándose el 21 de septiembre de 1551. En dicha universidad se enseñaron las ciencias naturales y las cosas de la fe católica. En 1555, el papa Paulo IV le concedió los privilegios de que gozaba la Universidad de Salamanca, tomando definitivamente el nombre de Real y Pontificia Universidad de México, hasta 1821.
Durante las cuatro décadas siguientes fue varias veces clausurada y reabierta. En 1895, el entonces Arzobispo de México don Próspero María de Alarcón logró su reconocimiento gracias a la bula de León XIII, otorgada el 14 de diciembre del mismo año. Un año más tarde se iniciaron los cursos de la Real y Pontificia Universidad de México en la Sede del Seminario Conciliar de México, en su edificio de Regina. Durante los años de permanencia en dicha sede hubo grandes momentos de intensa actividad académica, junto con los significativos cambios sociales que vivía el país.
La Universidad Pontificia permaneció anexa al Seminario hasta su clausura en tiempos del presidente Juárez. La Universidad acompañaría al Seminario en su éxodo, hasta que en 1901 se desprenden ambas instituciones con el intento de la colocación de la primera piedra de la Universidad en sede independiente, pero se interrumpe años más tarde por el estallido de la Revolución Mexicana, por tanto permanece aliada al Seminario, hasta 1932, cuando fue cerrada definitivamente por los conflictos entre la Iglesia y el Estado.
Entre los años 1949 y 1952, el Arzobispo Luis María Martínez reintentó la reapertura de la Universidad Pontificia de México. En 1958 el Arzobispo Cardenal Miguel Darío Miranda y Gómez hizo la petición ante la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades para otorgarle un reconocimiento oficial y una apertura efectiva. Fue hasta 1967 cuando, a instancias de la Sagrada Congregación para la Educación Católica, se creó el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos (ISEE), nuevamente en la sede del Seminario Conciliar de México. Paralelamente a esta iniciativa, el Seminario había fundado en 1965 el Colegio de Humanidades para brindar a la juventud una opción más de su preparación al bachillerato medio superior, con reconocimiento oficial de la Secretaría de Educación Pública.
La Conferencia del Episcopado Mexicano retomó nuevamente la idea de la Universidad Pontificia de México, tomando como base la experiencia del ISEE, reabriendo las puertas de una Universidad con plena identificación pontificia-eclesiástica en 1979, totalmente independiente del Seminario y de los auspicios de la Arquidiócesis de México. Así permanece la actual Universidad Pontificia de México.
Por su parte, el ISEE y el Colegio de Bachilleres, dependientes de la Arquidiócesis Primada, interrumpieron temporalmente sus actividades, cambiando de giro educativo: el primero deviniendo en Instituto de Formación Sacerdotal de la Arquidiócesis de México (IFSAM) en el año de 1982; el segundo seguiría siendo una preparatoria pero ahora bajo la dirección y administración de la Universidad del Valle de México, a partir de 1981. El IFSAM concluye sus actividades y reaparece en 1998 el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos, recobrando un nuevo status jurídico al reintegrarse a la actividad académica, ahora en diálogo con la Secretaría de Educación Pública.
Desde entonces el ISEE se convierte nuevamente en la instancia de preparación para la educación universitaria católica en diálogo con la educación oficial pública en México. En 1999 se reconocen oficialmente los estudios filosóficos del ISEE con la facultad de otorgar licenciaturas. La Universidad del Valle de México decide desocupar las instalaciones del Colegio de Bachilleres, ubicadas en Avenida México 1689, Col. Valle del Sur, Del. Xochimilco, perteneciente al Seminario Conciliar de México en el mismo año 1999. Este campus será la sede de la Universidad Católica de México.
Todas estas convergencias históricas nos han permitido retomar la inspiración educativa de los Arzobispos de esta Ciudad, desde Fray Juan de Zumárraga, hasta Norberto Cardenal Rivera, para llevar el espíritu católico a los más altos niveles intelectuales de la cultura y de la sociedad mexicana. En el inicio del tercer milenio surge la Universidad Católica Lumen Gentium, derivada de esta raíz histórica con el propósito de proponer una nueva alternativa educativa a la sociedad civil de México.
Misión institucional
La Universidad Católica Lumen Gentium tiene como misión ofrecer educación básica, media superior y superior de alta calidad, promoviendo los valores humanos de modo integral y fomentando especialmente el pensamiento cristiano en el ámbito educativo.
Visión
Convertirnos en una institución líder en la formación académica y de valores humanos y católicos a nivel básico, medio superior y superior.
Formar personas que trasformen la realidad
Ser una comunidad que viva la alegría del Evangelio
Ideario
Formación integral
Formar al ser humano en sus capacidades físicas, racionales, emocionales, relacionales y espirituales.
En búsqueda de la verdad
Fomentar, con la actividad educativa, la búsqueda de la verdad y del sentido de la existencia, cultivando la capacidad de diálogo y colaboración con diversos interlocutores.
Compromiso social
Difundir los valores humanos y de la fe católica mediante actividades educativas y de promoción social, para contribuir al crecimiento de las personas y al desarrollo de la paz y la justicia.
Creatividad
Impulsar la creatividad de la persona para que sea protagonista de su proceso de aprendizaje, con la guía de docentes y formadores competentes, a fin de que desarrolle al máximo sus cualidades, siendo capaz de vivir y manifestar con autenticidad lo aprendido.
Catolicidad
Promover, con toda la comunidad educativa, a la luz de la fe católica y en un clima de comunión fraterna, el respeto a la libertad de conciencia y a la diversidad.
[1]Universidad Pontificia de México, en Enciclopedia de México 7916-7917; CHÁVEZ SÁNCHEZ E., Historia del Seminario Conciliar de México, Porrúa, México 1996, 2 Vols.